Así, el arte puede incidir en la calidad de vida de las personas en tanto en cuanto éstas se plantean nuevas visiones sobre el mundo, dado que el artista pretende mostrar unas emociones, o significados personales, a través de sus obras. Las personas pueden reflexionar sobre lo que trata de transmitir el artista, extrapolarlo a su día a día y analizar si ese pensamiento que el artista tiene puede ayudarle a mejorar como persona en su vida, en sus logros personales, si le ayuda a madurar y ver de otras formas las situaciones que se viven a su alrededor.
Por ello, en la animación sociocultural, podemos utilizar el arte como herramienta para facilitar el cambio de pensamiento en las personas que lo consumen, haciendo más fácil y comprensible el mensaje que nos quiere hacer llegar el artista en su obra, ofreciendo esas distintas formas de ver el mundo que nos rodea y ayudando a las personas a dirigir su vida hacia una mayor calidad de vida. Mediante el arte podemos trabajar en la educación en valores, en los sentimientos, en la autoestima, muy necesaria para salir de una situaciones difíciles como la crisis en la que vivimos actualmente o con colectivos más desfavorecidos.